Consiste en colocar unos sensores a nivel de nariz y boca y unas bandas torácicas y abdominales junto con un registro de los niveles de oxígeno. En el caso de que no se registren pausas respiratorias durante el supuesto tiempo de sueño podemos afirmar que esa persona no tiene un síndrome de apnea de sueño y al contrario si se registran un número excesivo se puede afirmar que sí lo presenta.